All i want is you to understand...

¿Nunca les paso que por un momento pudieron superar los sentimientos hacia esa persona, pero después sorpresivamente (o no) vuelven? Ya saben, generalmente es común que "nos guste" alguien, más a esta edad. Pero bueno, aunque estoy consciente de eso, sigo con mis pensamientos de que esa persona es la única, es especial, etc. Teniendo en cuenta que hace rato vengo pensando en cualquier cosa, es decir, no tengo la mente fija en algo; creo que pase de estar en una habitación cerrada, sin ver la claridad; a una habitación con al menos tres o cuatro grietas que dejan entrar una tenue luz por cada una de ellas. Ayer, me di cuenta que hacía rato que no pensaba en esa persona. Pero ¿Porqué?, ¿A caso había logrado al fin dar un paso para que me deje de "gustar"?, Y pensándolo bien, creo que la respuesta es NO. No sé si será que saqué a la masoquista que llevo adentro, dejé que se apoderara de mi, y a propósito volví a pensar en el. O si bien, simplemente es porque me cuesta controlarlo. 

Voy a tratar de ir al grano; (si, todavía no lo hice) y decir que creo que la razón por la cual no pensé tanto en el, y por la cual dije que se "abrieron unas grietas que dejaron entrar una luz tenue" es porque mi cabeza se estuvo posando en otras cosas, y aparte, en personas que tal vez me gustan mucho físicamente, me llaman la atención, "me copan", por así decirlo; y esas cosas no me hacen ver del todo su interior. Creo que lo que me hizo reposar mi cabeza en otro lado, fue lo superficial, lo exterior de las otras personas ¿Puede acaso lo exterior de una persona superar lo interior de la otra?. Sus "envoltorios" llamaban tanto mi atención, que olvide de fijarme en lo que de verdad importa, su interior. Lo reflexioné, y no sé si está bien o mal lo que hice. Pero después de pensarlo bien, sigo creyendo que ESA persona, es la indicada, y la que quiero conmigo, por más que el "envoltorio" de las otras sea más lindo. Pero bueno, el único problema es que con un buen o mal envoltorio, esa persona sigue sin tenerme en cuenta para nada.