martes, 25 de enero de 2011
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No soy una persona que suele caer en la depresión; pero a veces me siento un poco bajoneada por todo. No voy a decir que soy una persona infeliz, pero tampoco es que soy FELIZ, nadie es completamente feliz, vañga la redundancia.
Cuando una persona importante en tu vida se muere, se debe sentir horrible. Por suerte nunca me tocó vivirlo. Pero lo que sé, es que cuando eso pasa, uno recuerda las cosas lindas de esa persona, la recuerda con alegría, con risas, y obviamente, con tristeza por que se fué.
Pero... ¿Qué pensar de una persona que eligió irse? es dificil recordar bien a una persona que se fue mientras dormías, sin que le importe como vayas a seguir adelante. Una persona la cual tenías como un ídolo, simplemente la persona que mientras sos pequeño te vive prometiendo que siempre te va a cuidar, y que nunca te va a dejar. Uno, injenuo, cree en todas esas palabras y las mantiene en su ser para toda la vida. Es triste saber que no te importa como estoy, que no te retractes, que me hayas cambiado. Pero se que aunque cueste voy a seguir adelante. Yo hoy en día ya te perdí, porque nunca vas a volver a ser la de antes; lo que me cuesta; es recordarte, ¿Cómo recuerdo a esa ídola, esa protectora, esa persona incondicional que estaba todos los días conmigo, siendo que después me dejo sin importarle nada?. Soy joven, lo sé, y no estoy segura de nada; pero de lo único que estoy segura, es de que nunca seguiría tu ejemplo, aunque me duela decirlo.
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